Mi Aldehuela querida.

Antonio Gimenez criou o documento: "Reseña de la revista Militares 89":
Aldehuela es hoy un barrio de Teruel, pero hasta hace pocos años se mantenía como municipio independiente, distante poco más de una legua de la capital de la provincia. Esa cercanía a la ciudad no fue nunca obstáculo para que sus habitantes llevasen una vida municipal propia, tan autóctona como en el más apartado lugar de Aragón, por eso la historia del municipio y sus gentes se ha mantenido a lo largo de los años, creando un sentimiento de identidad que los más viejos siguen gozando en toda su pureza. Uno de esos antiguos vecinos e hijos del pueblo es el coronel Martín Calomarde, que con el cariño más profundo a su tierra natal ha conseguido rescatarla del olvido que amenaza a los pequeños núcleos absorbidos por el urbanismo de las capitales.

Aldehuela seguirá siendo una referencia geográfica, gracias a la labor realizada por el autor de este libro que ha tenido el acierto de enlazar los grandes acontecimientos de la ciudad vecina con la pequeña historia de su pueblo natal. Así, los detalles de la batalla de Teruel, librada durante la guerra civil, son relatados por el militar con la misma precisión con que lo ha hecho durante su vida profesional a centenares de alumnos. Pocas veces se encuentra una síntesis de las operaciones sobre Teruel tan acertada y amena como la que puede leerse en esta obra. La muerte en combate aéreo del capitán aviador Carlos Haya sobre los cielos de Aldehuela es una de las notas destacadas en el capítulo dedicado a la guerra.

Los habitantes del pequeño municipio sufrieron los desastres de la contienda. La primera consecuencia para Aldehuela fue la destrucción de su historia: un mal día de 1936, hombres de la Columna de Hierro prendieron fuego a los archivos municipal y parroquial, profanaron la iglesia y un manto de sal se tendió sobre el pasado del municipio sin que nadie lo pueda levantar jamás. La segunda fue la movilización de los varones útiles para el frente, con lo que las casas y las tierras quedaron durante tres años en una considerable indigencia; finalmente, al acabar la contienda, los hombres del maquis tuvieron una inquietante presencia en el territorio, con la consiguiente zozobra de sus habitantes.

Sin contar apenas con referencias al pasado anterior a 1936, el autor ha ido sumando datos sobre todo cuanto pueda tener interés para la historia de Aldehuela, desde la memoria de sus habitantes a los archivos recientes, pasando por los propios recuerdos de infancia. Con paciencia benedictina ha ido reuniendo un arsenal de valiosa información entre la que cabe destacar los datos de población, costumbres locales o lugares de culto. Con un buen conocimiento del, arte de escribir y gran amor al trabajo propuesto ha logrado este magnífico libro.

Los paisanos de Adolfo Martín Calomarde deberán agradecerle siempre el esfuerzo realizado.



Revista MILITARES 89

Marzo de 2010

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